Stanley Kubrick, un visionario tras el objetivo

Natural de Nueva York (1928), es considerado el visionario por excelencia del séptimo arte. De ascendencia judía, ya de muy joven se interesa por la fotografía. Sus padres (de clase media-alta) le regalan su primera cámara reflex. También posee un gran oído musical, que le hizo tocar la batería en una banda de Jazz cual cosa le haría poseer más tarde aquel exquisito gusto para las elecciones musicales de sus films. 
Perfeccionista nato y aficionado al ajedrez, Kubrick mostraba también gran interés por el arte moderno. Su primer film llega en forma de un documental de 13 minutos (Day of the fight). Su talento muy pronto lo lleva a dedicarse ya por completo al cine. Fear of desire fue su primera obra cinematográfica (con poco éxito). El segundo trabajo sería El beso del asesino, con muy poco éxito también, pero consiguió ya llegar a ser llamativo para un productor de la NBCJames B. Harris. De ello y la asociación de los dos hombres surgió el innovador film El atraco perfecto, con un reparto de primer nivel y mostrando ya al Kubrick más auténtico. Después vendría Senderos de Gloria con Kirk Douglas como actor principal (film bélico prohibido en Francia durante décadas) y la dirección de El rostro impenetrable, proyecto que abandonó tras sus desavenencias con Marlon Brando (actor principal) y que él mismo acabó dirigiendo.

En 1960 Kubrick llega a la cumbre. La superproducción Espartaco (sin su participación en el guión) lo lleva a lo más alto con cuatro premios Oscar en 1961. Posteriormente con Lolita en 1962 basada en la novela de Vladimir Nabokov también consigue un enorme éxito. A partir de aquí, Kubrick se siente con la fuerza suficiente para emprender proyectos más arriesgados y se separa profesionalmente hablando de Harris. En este periodo y ante la preocupación mundial debida a la Guerra Fría y el posible empleo de la bomba atómica realiza su film Dr Insólito, más conocida en España como ¿Telefono Rojo?, volamos hacia Moscú. Es aquí donde el genio comienza a dar ese uso mágico y característico a la música de sus films.

Odisea 2001 en el espacio (1968):
Con la ayuda de la novela El centinela de Arthur C. Clarke marca el antes y después de su carrera. La ciencia ficción con este film pasa del género underground a las masas. En este trabajo, la construcción de los decorados, los efectos especiales y su concepción muestran un dominio técnico jamás visto. La inspiración, al parecer venía en parte de varios de sus colegas especializados en tecnología y ciencia de la NASA. En este film, Kubrick mostró muchas teorías poco conocidas popularmente en la época como son, los agujeros de gusano, la posibilidad de estaciones en el espacio, gravedad artificial, la colonización intergaláctica, la inteligencia artificial, así como su posible toma de conciencia y muchas teorías que seguramente aún hoy no seamos totalmente capaces de comprender. La selección musical era magistral. Con este trabajo Kubrick gana el Oscar (personal) al diseño de efectos especiales. Tras este éxito, el genio se interesa por hacer un film sobre la vida de Napoleón Bonaparte (costoso proyecto que desgraciadamente nunca jamás vería la luz).

La Naranja Mecánica (1971):
Basada en la novela de homónimo nombre The Clockwork Orange (Anthony Burgess), Kubrick realizó este genial trabajo con técnicas de grabación muy revolucionarias. La temática principal era la ultraviolencia. La música también vuelve a ser uno de los principales protagonistas, y el trabajo electrónico de la compositora Wendy Carlos vuelve a ser otro de los geniales y visionarios aspectos de su trabajo.

Barry Lyndon (1975):
Otro trabajo más, basado en una novela de William Makepeace Thackeray, The Luck of Barry Lyndon (1884). El film nos mostraba la historia de un soldado cazafortunas irlandés. En este trabajo las técnicas empleadas volvieron a ser totalmente innovadoras. Se incorporaron unos objetivos especiales de Carl Zeiss (abertura máxima de f/0.7) diseñados especialmente para la NASA. Gracias a ellos pudieron ser magistralmente grabados aquellos oscuros interiores (iluminados con luces de velas). Sus documentaciones y experimentos personales para llevar a cabo el proyecto sobre la vida de Napoleón Bonaparte, fueron muy útiles para dar vida al proyecto. La selección musical volvió a ser magistral.

El Resplandor (1980):
Basada en la novela The shining de Stephen King nos mostraba la pérdida de la cordura de un afamado escritor durante la estancia de él y su familia en una mansión de pasado oscuro. La música en principio corre a cargo nuevamente de Wendy Carlos y una selección de diversas obras magistralmente seleccionadas del repertorio clásico mayormente. El film cosechó un importante éxito de taquilla y dividió a la crítica.

La Chaqueta Metálica (1987):
Tras siete años de silencio, Kubrick vuelve con este importante trabajo basado en el libro The Short-Timers. Centrado en el tema bélico, este film obtuvo muy buena crítica y un notable éxito.
Durante los años siguientes, nuestro hombre evaluó varios proyectos como Inteligencia Artificial, Parque Jurásico y La Lista de Schindler.

Eyes Wide Shut (1999):
Su último trabajo estaba basado en la nóvela Traumnovelle. Considerada una exhibición de virtuosismo por parte del genio, contaba con Tom Cruise y Nicole Kidman a la cabeza del reparto. El film nos transportaba a la vida de una pareja de clase alta, aparentemente de vida perfecta. Pero las fantasías sexuales por parte de la fémina de la pareja pone contra las cuerdas la relación sentimental. El protagonista, así mismo, se va adentrando de forma inconsciente en un misterioso mundo, el cual aportará el alto grado de interés y suspense al film. Al acabar el trabajo, Kubrick muere a los 70 años de un ataque al corazón.

Stanley Kubrick destacó en el planteamiento inteligente de sus films, los milimétricamente cuidados aspectos técnicos y sus avanzadas ideas. Sin lugar a dudas ha sido una de las más grandes figuras del séptimo arte que tardará muchos años en ser igualada.

Frases celebres de Stanley Kubrick:
  • Si puede ser escrito o pensado, puede ser filmado.
  • Si el hombre simplemente se sentara y pensara en su fin inmediato y en su horrible insignificancia y soledad en el cosmos, seguramente se volvería loco, o sucumbiría a un entumecedor/soporífero sentido de inutilidad. Porqué, podría preguntarse: ¿Por qué debería molestarme en escribir una gran sinfonía, o luchar para ganarme la vida, o incluso amar a otro, cuando no soy más que un microbio momentáneo en una mota de polvo dando vueltas por la inmensidad inimaginable del espacio?
  • Hay algo en la personalidad humana que se resiente a las cosas claras, e inversamente, algo que atrae a los rompecabezas, a los enigmas, y a las alegorías.
  • Las grandes naciones han actuado siempre como gángsters, y las pequeñas como prostitutas.

Más información sobre Stanley Kubrick en —Wikipedia
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