Prisciliano de Ávila, ¿Santiago el apóstol?

Hace relativamente poco tiempo, se ha levantado una más que razonable duda respecto a quién es la verdadera persona que se encuentra enterrada en la cripta de la —nombrada como patrimonio de la humanidad por la UNESCO—, Catedral de Santiago de Compostela (Galicia).
Es muy, pero que muy probable que Prisciliano de Ávila sea la persona que hallamos ocupando la tumba atribuida al Apóstol Santiago
Alrededor del año 385 de nuestra era, siglo IV, el carismático ex senador y obispo gnóstico Prisciliano de Ávila (con una legión de seguidores en su Galicia natal) defendía el gnosticismo, que amenazaba con derrumbar el poder de la por aquel entonces recien asentada Iglesia Romana. Fue condenado y declarado hereje, para finalmente ser decapitado en el año 385 DC, pasando a ser así el primer ortodoxo condenado por la Iglesia Católica.

Sus aportaciones al mundo:
Fue fundador de una escuela espiritual de carácter libertario, precursora del movimiento monacal, y opuesta a la creciente abundancia y riqueza propia de la iglesia en el siglo IV. Sus aspectos más polémicos eran el nombramiento de maestros y doctores a laicos, la presencia también de la mujer en sus  reuniones, así como un marcado carácter espiritual no católico. Todo un revolucionario en su época…

Poema atribuido a Prisciliano de Ávila:

Quiero desatar y quiero ser desatado.
Quiero salvar y quiero ser salvado.
Quiero ser engendrado.
Quiero cantar; cantad todos.
Quiero llorar: golpead vuestros pechos.
Quiero adornar y quiero ser adornado.
Soy lámpara para ti, que me ves.
Soy puerta para ti, que llamas a ella.
Tú ves lo que hago. No lo menciones.
La palabra engañó a todos, pero yo no fui
completamente engañado.


Himno a Jesucristo


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